Manuel Bobis Reinoso
Sevilla, 24 de enero de 1961
Licenciado en psicología
Psicólogo generalista sanitario
Máster en psicología infantil y juvenil
Escritor, novelista.
Desde que era un niño, me ha gustado escribir. Recuerdo aquel curso de cuarto de E.G.B. en el que don Manuel, el maestro, elogió ante la clase una redacción que hice sobre el verano. En octavo gané en mi barrio, mi querido Polígono de San Pablo, un concurso de redacción sobre la Navidad. Todavía conservo el premio: un lote de tres libros de literatura juvenil y un diploma. Recuerdo también con cariño a don José Ramón, mi profesor de lengua y literatura de tercero de B.U.P. Le encantaban mis cuentos y redacciones, a las que ponía notas sobresalientes. Después, la vida transcurre a su antojo y hace que te dediques a actividades serias e importantes, de esas que no entendía el Principito.
Llamó a la puerta, tranquila y calmada, la madurez. Cuando las actividades serias y relevantes se habían asentado, volví a mirar a los ojos a esa necesidad de crear que siempre ha vivido dentro de mí para rescatarla, más que del olvido, de la prisión a la que la había condenado al alcanzar la edad adulta. Ahora, vuelvo a sentir aquellas sensaciones de mi infancia y adolescencia cuando alguien me dice que le ha gustado una de mis novelas. No existe mayor placer para un escritor que alguien disfrute con las historias y personajes nacidos de su pluma.
Los personajes son desobedientes, libres. Al final son como ellos realmente son y no como tú pretendes, y las historias se te van dando a conocer gota a gota. Las novelas existen, viven en un mundo desconocido, en un limbo literario. Los escritores no somos más que médiums que nos asomamos a ese limbo, tomamos una historia y la convertimos en tinta sobre papel. Labor deliciosa y apasionante.
La crítica, bienintencionada, es absolutamente necesaria. Es una inversión destinada a conseguir en un futuro más placer en mis lectores. Puedes dejar tus comentarios sobre mis novelas en psicobobism@gmail.com, donde estaré encantado de recibirlos y contestarlos.